Hubo que trabajar la victoria ante el Pedrera, no tanto por la resistencia del rival, que dejó mucho que desear y que dista bastante del de comienzos de liga, y sí más bien por lo que cuesta hacer el primer gol. De hecho hubiera sido mejor para el aficionado haberse saltado la primera mitad después de lo que depararon ambos equipos, pero todo cambió en los primeros cinco minutos de la reanudación, tiempo en el que La Barrera hizo dos goles y en ambos un denominador común, su capitán. Miguel Peña hizo el segundo al rematar una falta lateral (ya suma diez goles) y asistió a Richo para que el mairenero, con un disparo cruzado, hiciera el primero del partido.
Ahora ya sí todo fue más placentero. El Pedrera, como era de esperar, no tuvo capacidad de reacción y el equipo de Álex Martín jugó más que cómodo. A la contra Recio apuntilló el encuentro con un tercer tanto y en la recta final, como suele ocurrir esta temporada por el Jozabed Sánchez, volvieron a pasar cosas significativas. Esta vez el casi autogol de Álex, que debutaba con la elástica verde, y que en una falta de entendimiento con el portero Carlos sirvió en bandeja el tanto del honor para el Pedrera, anotado por Reina a puerta vacía. Afortunadamente no dejó de ser anecdótico porque el partido estaba más que sentenciado y porque esta acción no debe empañar la alegría que debe sentir este joven jugador que por fin deja atrás una importante lesión. A todo esto, La Barrera se va a los 23 puntos y consigue despegarse de la zona baja de la tabla.