Tras la última reunión celebrada en la tarde de de este jueves en el Bar Troncoso, la situación del Carmona sigue siendo «muy crítica». El problema de la plantilla parece más o menos resuelto. Ahora la prioridad es la consecución de apoyos y personas comprometidas que aseguren la viabilidad del proyecto.
El principal problema es el tiempo. Las soluciones deben llegar antes del 31 de julio, fecha máxima que ofrece la RFAF para que el equipo confirme su inscripción, y por tanto, su continuidad en Segunda Andaluza.
Lo económico tampoco deja de preocupar a la gestora, aún así insisten en que el escollo más importante pasa por encontrar una masa social comprometida con la entidad, capaz de asegurar una temporada más en competición.
Aunque la deuda federativa hay que abonarla, parece que no es imposible, aunque el problema entonces sería encontrar los recursos para la próxima temporada, que ascenderían a varios miles de euros. De momento, todo sigue en el aire.