El club mairenero da la baja a Leo y Bruno pero no descarta tomar más decisiones a objeto de recuperar el buen ambiente en un equipo que se queda sin objetivos en la liga con cuatro meses todavía de competición.
Son días difíciles por el San Bartolomé. El vestuario del primer equipo está dividido y ese mal ambiente se ha traducido en peores resultados que han dejado al Mairena sin opciones por arriba y sin preocupaciones por abajo, por lo que se queda sin objetivos con cuatro meses de competición todavía por delante.
El club ha querido tomar cartas en el asunto y por eso el pasado lunes se mantenía una reunión con el cuerpo técnico y los capitanes del primer equipo. Se pusieron nombres y apellidos a los culpables de que no hubiera una buena convivencia. Los señalados fueron Leo y Bruno, a los que se le ha dado la baja, se dice, por bajo rendimiento e indisciplina.
Pero para Ángel Domínguez, “hay algo más profundo y estamos intentado encontrarlo. Ya hemos tomado decisiones importantes, pero a lo mejor aún es demasiado pronto o es que todavía hay que seguir tomando más”, señala el técnico mairenero. “Algunos jugadores estaban creando un mal ambiente y haciendo que otros jugadores que a priori son más débiles tuvieran una desconfianza en ello”, apunta.
En cuanto al objetivo del curso, el míster recuerda que “no tenemos desde hace varias jornadas. Si fuera yo el que saliera al campo, saldría a morder. Intento que ellos lo hagan, pero no lo hacen”, continúa.
Domínguez siempre se ha caracterizado por mantener la unión de su vestuario como pilar básico para conseguir los objetivos deportivos. Y esa premisa se ha caído por completo en este curso cuando muchos de los jugadores actuales ya estaban en la temporada pasada a las órdenes del técnico albinegro. “La diferencia de un año a otro está en la humildad. El año pasado teníamos jugadores jóvenes, con hambre y ambición, dispuestos a trabajar. Y este año tenemos jugadores que se creen superiores. Ese gen competitivo que teníamos lo hemos perdido”, señala.
Por último, el técnico del Mairena reconoce que “nos hemos equivocado en la planificación de la plantilla” y que es el momento “de ser realistas”, dando por hecho que se seguirán “tomando decisiones”, finaliza.