Una visita especial recibió El Banquillo de Doce TV el día después del Maratón de Sevilla. la de José Manuel Roás, padrino de esta edición de 2018, y padre de Pablo, que sufre una parálisis cerebral y padece el síndrome de West pero que ni mucho menos es una barrera para que pueda disfrutar, como cualquier otro ciudadano, de la mística que desprende un maratón.
Lo hace gracias al coraje de su padre, que suma ya siete maratones empujando el carrito de Pablo. Una historia que despertó la admiración de miles de españoles, que piden el premio Princesa de Asturias para José Manuel Roás, quien asegura que no hace nada de esto para conseguir un reconocimiento, por muy agradecido que está por todas las muestras de cariño que recibe. Tampoco quiere que se le llame héroe. Sólo busca la felicidad de Pablo y un día cualquiera comprobó que, al igual que él, la encuentra en el atletismo. Y como un maratón es un compendio de la vida misma durante 42 kilómetros, José Manuel Roás y su hijo Pablo son la mejor demostración posible que nada es imposible ni que la felicidad entiende de obstáculos, por muy difícil que, a veces, pueda resultar alcanzar la meta.