Como las primeras impresiones de sus usuarios son muy halagüeñas, la espera ha merecido la pena. También el retraso en las obras por unos trabajos de nivelación del terreno con los que no se contaba en un principio. Pero el resultado es “que tenemos una pista de primera”, señala el alcalde de la localidad, Juanma López (PP). “Clubes y usuarios nos hablan maravillas de la pista”, añade. Una pista de 300 metros y que posee un sistema bicapa de última generación, con diez milímetros de un caucho SBR más otros cuatro milímetros de un producto EPDM, que le da consistencia, y un suelo poliuretano.
“No se podrán hacer competiciones de gran nivel, porque al aire libre las pistas homologadas son de 400 metros, pero sí que permite al atleta poder hacer sus entrenamientos con calidad porque es un pista de máximo nivel y se adecua también a lo que todo corredor exige porque su piso es blando y evita lesiones a nivel articular y muscular”, apunta José Carlos Valiente, presidente del club Miguel Ángel Gómez Campuzano, uno de los clubes que se va a beneficiar de esta pista para un mejor desarrollo de la escuela municipal de atletismo que gestiona el propio club mairenero. La actuación ha afectado también a las torretas de iluminación y a una valla perimetral. La Junta ha destinado 120.000 de los 310.000 euros que ha costado el proyecto. El resto ha salido de las arcas municipales.