El CD Mairena comienza el curso con una victoria en casa ante un recién ascendido como es el Atlético Dos Hermanas, por lo que la suma de estos tres primeros puntos es lo que realmente cuenta e importa más allá de las virtudes y debilidades que mostró el equipo de Ángel Domínguez en esta puesta en escena. Porque el encuentro, especialmente en los primeros 45 minutos, se convirtió en un intercambio de golpes en forma de goles, que no de ocasiones, pues fue el conjunto albinegro el que más atacó y el que más mereció. Sin embargo, dos jugadas del conjunto nazareno a balón parado costaron dos goles. Nada nuevo por el San Bartolomé, dirán muchos. Afortunadamente el poderío mostrado en ataque se impuso a las dudas concedías atrás en los goles encajados.
El equipo de Ángel Domínguez empezó y fue mejor que su rival hasta el descanso, pero a vestuarios se iría con el marcador empatado a dos. Edu Talla, capitán del equipo, sería el encargado de abrir el marcador. Jugada de pizarra a balón parado y el rechace le llegó al medio visueño, cuyo golpeo desde la frontal del área superó con incertidumbre al portero Loro. Pudo poner más ventaja de por medio el CD Mairena con las ocasiones del defensa Julio, también a balón parado pero su remate de cabeza se marchó desviado, y de José Japón, quien ha hecho un completo encuentro en sacrificio, trabajo y juego de espalda aunque sin el acierto necesario de cara a gol. De hecho, tuvo un mano a mano en el que lo hizo todo bien pero en el que se quedó sin fuerzas para el remate a puerta vacía tras driblar al cancerbero nazareno.
El Atlético Dos Hermanas apenas había inquietado la portería de Andrés de la Guerra pero no necesitó mucho para hacer gol. Jugada a balón parado y remate poderoso de Josema, que le ganó la partida en el juego aéreo a la defensa local. Se acusó el tanto por momentos pero todo se desequilibró de nuevo cuando al filo del descanso José Japón asistió con inteligencia a Antonio López para que el extremo mairenero, en jugada individual, lanzara ajustado desde dentro del área y batiese a Loro por la misma escuadra izquierda. No estaba teniendo mucho protagonismo hasta entonces pero tampoco lo necesita Antonio López, quien en un detalle de calidad hizo cambiar el devenir de un partido.
Al menos por unos minutos porque parecía que con el 2-1 el encuentro se iría al descanso pero otra jugada a balón parado iba a terminar en un claro penalti después de que la defensa albinegra no fuera capaz de despejar un balón suelto dentro del área. Guerra acertó desde los once metros pese a la buena estirada de Andrés de la Guerra. Tras el descanso, el Mairena sí supo administrar una tercera ventaja a favor. El gol de Javi Castro al poco de la reanudación sirvió a la postre para sumar los tres primeros puntos del curso. Se sucedieron las ocasiones, teniendo José Japón otra bastante clara, y el rival, que se fue a por todas en los instantes finales, lo intentó pero ahora sí el Mairena había aprendido la receta y tiró de oficio, supo darle la lectura necesaria al encuentro y ayudó a ello el ritmo, que entre el calor, los cambios y el cansancio, disminuyó. Se sufrió más por lo ajustado del marcador que por ocasiones del conjunto nazareno. El Mairena ya piensa en el derbi del próximo domingo ante La Barrera CF y lo hace con tres puntos en el casillero.
