Aunque enfrenta había otro rival, el Camas CF, tan peligroso como el anterior, la UD Morón, la situación de La Barrera CF no entiende de peros y solo valía ganar porque la permanencia pasa, principalmente, por ganar todo lo que queda en casa. Pues bien, segundo pinchazo consecutivo en el Jozabed Sánchez y tercera derrota consecutiva para el equipo de Domingo Caro, que ni siquiera pudo ante un rival que jugó toda la segunda mitad en inferioridad numérica.
Claro que por entonces el partido ya estaba muy cuesta arriba para los de verde. Salió bien, no obstante, La Barrera CF, pero completó una primera mitad con un pobre bagaje ofensivo. Dos remates con la cabeza de Álex Salas y pare de contar. Uno al principio y otro ya en las postrimerías que hubiera metido a su equipo en el partido, ya que poco antes el Camas CF se había quedado con uno menos por la roja que vio Carlos por su agresión a un rival.
Aun con uno menos el Camas CF mostró la hechura de equipo que es. En ataque con muy poco se puso con dos goles de ventaja en el marcador porque tiene jugadores que marcan diferencias. El primero, camino a la media hora, tras un saque de esquina que remató el defensa Juanma casi en el punto de penalti. El segundo, poco después, tras una buena jugada trenzada al primer toque por el conjunto camero y que iba a culminar Pedro casi en boca de gol.
Y tras el descanso, ya en inferioridad numérica, el Camas CF defendió a un gran nivel y apenas sufrió pese a las embestidas de La Barrera CF, que se fue con todo al ataque y que tuvo unos primeros minutos de llegada. Sin embargo, se fue diluyendo conforme los minutos pasaban y el rival, también hay que decirlo, supo jugar ese otro fútbol con continuas interrupciones en el juego. Debutó en defensa ‘Buba’, el último fichaje barrerista, y pese a la derrota del equipo, buenas sensaciones frenando al siempre hábil y peligroso Rioja. Se mantiene en la penúltima plaza con 18 puntos y a La Barrera CF no le queda otra que conseguir fuera de casa lo que no está siendo capaz como local. Siguiente parada, Casariche.
