El plan de desescalada en cuatro fases que este martes anunció el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, despeja algunas dudas, no todas, sobre el deporte y su actividad en las competiciones no profesionales federadas.
Si bien a partir del lunes 4 de mayo, dentro de esta fase 0 desde la que se arranca, se permitirá el entrenamiento individual de deportistas profesionales y federados, así como los de las Ligas profesionales de fútbol (Primera y Segunda División), el escenario es distinto en el deporte amateur porque el Gobierno atrasa el comienzo de los entrenamientos para las ligas no profesionales federadas, es decir, desde Segunda B hacia abajo en el caso del fútbol, hasta la fase II, cuya vigencia dependerá de la evolución que presente cada provincia a los parámetros que marca el Gobierno como baremo pero que, de continuar esta buena evolución sanitaria, contempla para finales de mayo (lunes 25, exactamente) la vuelta a los entrenamientos y de forma básica, es decir, de manera individual.
Dos semanas después, coincidiendo con el comienzo de la fase III, prevista para el 8 de junio si todo transcurre favorablemente, ya se permitiría la celebración de entrenamientos medio en las Ligas no profesionales. Es decir, poder entrenar en grupos reducidos y bajo las mayores medidas de seguridad y de higiene. Si el plan de desescalada ya contempla el inicio de las Ligas profesionales en la fase II, la posible fecha para reanudar el curso en el deporte amateur sería, en todo caso, pasada la primera quincena de junio. No obstante, se sigue a la espera de la decisión que adopte Federación.
Sí que este plan de desescalada despeja la gran preocupación que acompañaba, por ejemplo, al fútbol no profesional, pues una amplia mayoría está en contra de la posibilidad de reanudar la competición a puerta cerrada. Según recoge el documento, se podrán celebrar partidos con presencia de aficionados a partir de la fase III, pero solo con un tercio del aforo y un máximo de 800 espectadores.