El San Bartolomé no es que sea como su segunda casa, es que es su hogar, donde pasa a diario horas y horas, donde ha vivido momentos que jamás olvidará, donde también ha sufrido cada derrota de su CD Mairena, club por el que siente un amor incondicional.
Él es Federico Marín y cualquier homenaje que se le haga es poco para lo que se merece, por ser como es y por la pasión con la que vive el club de su vida. Para la ocasión, en El Banquillo, ‘En primera persona’ con Fede Marín.