La de Maraña, a los treinta segundos, fue a la madera; la de Lucas, minutos más tarde, fue gol. Estas dos jugadas resumen la final de este sábado en Los Palacios por una plaza en División de Honor. Un partido que acabó en goleada para el Atlético Central (0-4) sin haber sido muy superior a la Estrella, pero el equipo de Juanlu Toledo dimitió tras unos fatídicos primeros minutos de la segunda mitad, en los que encajó dos tantos que hizo despertar a la Estrella del sueño del ascenso.
Pero todo pudo ser de otro color en la primera jugada del partido. Aunque sacó de centro el Atlético Central, una pronta recuperación y una buena triangulación hicieron que Maraña se plantara dentro del área ante el guardameta José. Su disparo se estrelló en el poste. Fue un prometedor arranque de partido para la Estrella, pero de lo que pudo ser a lo que acabó siendo en el minuto 21. Un gran pase a un buen desmarque de Lucas y el brasileño, en el mano a mano ante Llera, no perdonó.
Acusó el gol el equipo de Juanlu Toledo pero al descanso llegó muy despierto y con la energía de ir a por la gesta, porque había que hacer dos goles ante un poderoso Atlético Central, que tiró de eficacia en la final. Pero todo se torció demasiado pronto. A los siete minutos de la reanudación, un lanzamiento de Alberto en la frontal del área se cuela en la portería de Llera tras tocar en un defensor. La suerte, en el día clave, dio la espalda.
Con un 0-2 no quedaba otra que asumir riesgos y se acabó pagando caro. A la hora de partido, una contra dejó sólo a Mateo ante Llera, al que sortea bien para marcar a puerta vacía. Un 0-3 que hizo que sobrara lo que quedaba de final. La Estrella siguió compitiendo pero ya había dimitido de la final. Escudero fue expulsado en el minuto 75 por doble amarilla y poco después Alberto hizo el segundo en su cuenta particular tras cazar un balón suelto dentro del área.
Con el pitido final, fiesta en el graderío del Atlético Central que ha pasado de su nacimiento a estar en una categoría autonómica en apenas tres años. En el otro lado, tristeza y orgullo de toda una barriada de Rabesa que se ha quedado en la orilla de un bonito sueño que ha tenido un despertar cruel. Pero no debe haber lugar al llanto ni a las lamentaciones y sí al reconocimiento del trabajo bien hecho porque la Estrella ya ha iniciado el camino para, antes o después, regresar a la División de Honor.