La final por el ascenso a División de Honor acabó siendo una agonía para la Estrella. Todo pudo ser de otro color si el balón de Maraña a los treinta segundos no hubiera acabado en la madera. Pero el fútbol son detalles y sobre todo es acierto, el que sí tuvo Lucas minutos después para el Atlético Central. Después, como en cada juego, influye también la fortuna. Y la suerte no estuvo de cara esta vez en Los Palacios, como demuestra la jugada del 0-2 poco después de comenzar el segundo tiempo.
A partir de ahí la Estrella fue poco a poco dimitiendo y la final acabó siendo una pesadilla para el equipo de Juanlu Toledo y una fiesta plena para su rival. Pero cuando todo acabó, la afición supo digerir rápidamente lo ocurrido y empezó a ponerse en pie para animar y para reconocer a un equipo que, todo hay que decirlo, ha hecho una temporada para enmarcar, colándose entre los elegidos por encima de equipos con más presupuesto.
El ascenso a División de Honor no pudo ser pero lo que sí ha conseguido este equipo es enganchar a su gente, generar mucha ilusión en la barriada de Rabesa en momentos delicados por la pandemia y que toda Alcalá de Guadaíra haya estado pendiente de la Estrella en este play off de Los Palacios, como así queda constatado en los índices de audiencia de las retransmisiones de El Banquillo, que han presentado registros históricos.
Por eso, al final del partido en Los Palacios sonó con más fuerza que nunca aquello de “’Somos de la Estrella, con ilusiones…’”, y el equipo que nunca deja de creer está convencido que volverá.
Las bases están puestas y la directiva que preside Rubén Gámez cree en el trabajo de Juanlu Toledo, ya renovado, y también trabaja para que la Estrella, antes o después, vuelva a estar en División de Honor, categoría en la que compitió durante las temporadas 2016-17 y 2017-18.
