Ocurrió la temporada pasada y vuelva a suceder en la presente. El Mairena ha tenido que arrancar el curso jugando su partido casero a puerta cerrada después de la sanción impuesta por Federación tras la ida de la eliminatoria del play off de ascenso ante el Ventippo de antes de verano.
Pero no ha sido impedimento para que el conjunto mairenero arranque el curso con una sonrisa. Al menos el partido se pudo jugar en el anexo al San Bartolomé y la afición mostró desde el exterior su aliento a un equipo que vuelve a ilusionar.
Pese al triunfo por la mínima ante el Pedrera, con un gol de David ‘Sombri’ poco antes de la hora de juego, no fue fácil superar a un rival que incluso plantó cara cuando se quedó con un jugador menos y ya iba por debajo en el marcador.
Pero este Mairena ya deja su primera portería a cero y sabe administrar como pocos cualquier ventaja en el marcador. Ahora toca visitar a la UD Rinconada.