Los canteranos marcan el camino (5-1)

Puede que el triunfo, el gran triunfo, del Mairena ante el Arcos no sirva para que el equipo se quede en Tercera. De momento queda a siete puntos precisamente del conjunto gaditano pero solo restan nueve por consumir. Pero sí que puede valer para comprobar que el Mairena del futuro debe forjarse con gente de la casa, dentro y fuera del terreno de juego. Ante el Arcos hubo una notable presencia de jugadores juveniles (un equipo que está completando una brillante temporada en la antigua Preferente) y ellos sí que demostraron sobre el campo el compromiso y la actitud necesaria, consecuencia, quizás, del amor por unos colores, por un club casi centeranario. Se olvidaron por unos instantes de lo que había en juego y mostraron toda la rabia, indignación y también talento que esconden. Pasaron por encima de un rival que no es mejor que este Mairena pero que sí va a quedarse en Tercera, prueba de que han sido los propios errores de esta temporada los que pueden acabar condenando a la entidad albinegra. El próximo viernes se vuelve a jugar en casa, esta vez con La Lebrijana. Una derrota significaría ya el adiós oficial a esta categoría. Un empate o un triunfo seguiría dando vida a los de Juan Carlos Gómez, que al menos, y es de reconocer, se quieren despedir de la manera más digna, que es lo mínimo que se merece un club de los históricos de esta Tercera División.