Dani Burgos será el entrenador del BM Viso

Después de que la temporada pasada Antonio Contreras dejara el banquillo y en su lugar llegara un jugador de la plantilla, Antonio Zambrano, el BM Viso ha querido repetir experiencia de cara a la temporada que viene y será otro jugador del primer equipo el que asuma las riendas de la plantilla. Zambrano volverá al rol de jugador y el que cambia de papel es Dani Burgos, que pasa a ser el entrenador del BM Viso. Días después de conocerse la noticia habla para El Banquillo.

¿Cómo nace la idea de que Dani Burgos sea el nuevo entrenador azulino?

Ha sido una petición expresa de la junta directiva del club. Desde hace muchos años, exceptuando el que he estado fuera, he sido entrenador del club en todas las categorías. Últimamente venía siendo entrenador del equipo cadete pero ha surgido esta circunstancia.

¿Va a compaginar la faceta de entrenador con la de jugador?
La opción de entrenador – jugador actualmente no la contempla la federación de balonmano. El club se está moviendo para que pueda jugar. Aún así, la situación sería complicada en el caso que pudiera jugar, porque solo serían minutos de descanso para los jugadores o por cualquier lesión. No esta en mi pensamiento robarles el protagonismo a los jugadores.

¿Cómo va a jugar su equipo?
Como ya he dicho antes, llevo muchas temporadas entrenando a las distintas categorías. En todo este tiempo, uno se hace a una idea de juego que es la que me gustaría realizar. Como entrenador, conozco a casi todos los jugadores de la plantilla, antes o después les he entrenado. Eso es una ventaja para mi ya que espero poder sacar de ellos todo el juego que llevan. Lo importante es conseguir que los jugadores disfruten y se diviertan jugando, necesitan de esa energía para ofrecer lo mejor. Los resultados vendrán con el tiempo y el trabajo.

¿Cómo se encuentra el capítulo de altas y bajas?
En el tema de bajas ya conocemos la de Rafi. Actualmente hay algunos jugadores que por distintas causas no van a poder jugar. Y casos como el de Jorge, que por falta de tiempo, no va a poder ayudar al equipo. En cuanto a las altas llegan varias incorporaciones desde el equipo juvenil. Sangre nueva para el equipo sénior. Por fin, el club consigue romper el salto generacional que nos encontramos hace ya varios años. Ha sido un trabajo duro y muy sacrificado que este año verá su recompensa. De los chavales nuevos espero que motiven al resto de compañeros, vienen de hacer una fenomenal temporada con el juvenil y espero mucho de ellos. Además tienen que aportar mucha frescura en el juego del equipo. También está el equipo juvenil, del que espero contar con la mayoría de ellos. La plantilla es corta y vamos a necesitar mucha ayuda.

¿Siente responsabilidad, ilusión o miedo ante el reto que se le presenta?
Me costó asimilar la situación de dejar de jugar cuando más lo necesitaba. Tengo 29 años y es ahora cuando debería empezar a aportar experiencia en la pista. Siempre he dicho que estoy para lo que mi club necesite, y ahora necesitaba que diera este paso. Desde que acepté el cambio, todo es ilusión. No dejo de pensar en cada entrenamiento, en cada ejercicio. Movimientos en la pista, defensas, ataques, contras,… todo pasa por la cabeza. Al principio tenía dudas, no es lo mismo enseñar a niños que entrenar a un equipo sénior.  Ya no vale la etapa de formación, ahora tocan juego y resultados. Mi mayor responsabilidad y presión es conseguir que el equipo se vuelva a encontrar. Lleva unos años difíciles. Otro de mis objetivos es que la gente vea a su equipo, quiero un pabellón lleno de chavales que disfruten de su equipo sénior. Quiero la grada llena como antaño, que animen a su equipo y sobre todo que se identifiquen con su club. El equipo sénior tiene que volver a ser el eslabón que una a todo el club. La presión me la doy yo mismo por conseguir todos estos objetivos. Con respecto a los miedos, siempre existen. Jugadores que no asimilan el estilo de juego, que yo no consiga transmitir mi idea de balonmano, siempre ronda por la cabeza todo eso pero es el momento de empezar a trabajar. Hay que olvidarse de los miedos y sacar fuerzas para lograr llevar al equipo a su sitio. El club está creciendo rápidamente y es cierto que el equipo sénior está estancado. Juego en este equipo desde siempre. Espero que todo esto me ayude.