Sigue sin arrancar un Mairena que presenta unos síntomas preocupantes si la aspiración que se tiene es la de subir a la Tercera División. El equipo no carbura en ataque y la defensa continúa mostrándose muy frágil. Solo el portero Bruno se desmarca y ante el Morón volvió a hacer paradas de mérito, aunque cierto es que también pudo hacer algo más en el primer tanto visitante. Pero el Morón jugó cómodo, demasiado, en una primera mitad en la que el equipo de Jordi Serrano mostró la misma imagen que en el encuentro ante la AD San José. Y el marcador de 0-2 con el que los jugadores se fueron al vestuario se antojó incluso corto. Mejoró tras la reanudación el conjunto mairenero, al menos en ganas y en intensidad. Incluso rozó la remontada con dos balones al larguero, pero ese arreón tirando de corazón y de orgullo no es el camino para cumplir el objetivo. El equipo anda falta de fútbol, también de calidad y el técnico mairenero Jordi Serrano es consciente de ello y por eso en sala de prensa empezó a hablar de que «hacen falta refuerzos» si se quiere estar en lo más alto de esta Primera Andaluza. Por ahora un punto de nueve es el bagaje de un Mairena que vuelve a situarse en el último puesto de la tabla. El próximo rival será el Ciudad de Lucena, otro que tampoco sabe lo que es ganar de momento. Para el Mairena será la primera final del curso.