Sin complejos. Por un partido La Barrera se olvidó de la disciplina, del orden táctico y del oficio, virtudes que vienen acompañando a los de Álex Martín durante esta temporada. En su lugar, una apuesta valiente y decidida por lo ofensivo. Y para reencarnar esta teoría sobre el campo, quién mejor que Miguel Peña. Por eso el eterno capitán barrerista jugó el partido de delantero. Y como era de esperar, no solo cumplió, sino que además marcó. Hizo el tanto de la victoria para los suyos en el último suspiro del partido y provocó el primer gol, que fue en propia puerta de los cordobeses en la jugada tonta del partido, y puede que de la temporada.
Con estos ingredientes, el encuentro gustó porque fue un constante ir y venir de un área a otra. Cualquier cosa pudo pasar, pero como ahora parece que la fortuna sonríe a favor, pues vamos a aprovecharla. Y así se hizo. Ya se dijo hace unos días en El Banquillo, que pese a todo, La Barrera puede terminar la primera vuelta de la liga con los mismos puntos que en el curso anterior. Necesita para ello ganar los dos partidos que restan. El siguiente, a domicilio ante el Montalbeño, otro de la zona baja. Puesto 13 y 17 puntos, los números para el conjunto de Álex Martín.