Ángel Domínguez está ante su gran oportunidad. Un técnico con sólo cuatro años en los banquillos pero que es conocedor de la situación que atraviesa el CD Mairena porque lo viene viviendo desde dentro. De hecho, así lo reconoce, de no haber sido por estos momentos «críticos», el ex del juvenil «no hubiera tenido la oportunidad», confiesa para El Banquillo. «Soy realista, pero no tengo miedo a pesar de que por la calle me digan que estoy loco. Me considero una persona valiente y me gustan los retos difíciles», añade.
Ya tuvo el curso pasado un primer contacto con el primer equipo del CD Mairena. Estuvo cuatro partidos en el banquillo y en todos ellos empató. Ahora la cosa es distinta. Llega para competir toda una temporada en Primera Provincial, con el objetivo de «traer el buen ambiente al campo, que la categoría no influya, con gente comprometida en la plantilla. Que cuando llueva se llenen de barro hasta las cejas», apunta.
Es un adelanto del perfil de jugador que quiere en su equipo. Confiesa que unos nueve futbolistas del pasado curso han apalabrado su continuidad, más siete juveniles que van a hacer la pretemporada. Incluso ve con opciones a Antonio López, Pedro y Ezequiel. Y prefiere no esperar a los descartes de otros equipos. «Mi idea es hacer la plantilla ya, que otros años nos hemos presentado en el comienzo de liga sin jugadores», comenta. Un equipo que debe aspirar, entiende, «a competir en la parte de arriba el máximo de tiempo posible». Le acompañará como segundo Miguel Ángel Antúnez y se está a la espera de cerrar un preparador físico. Víctor Gago, finalmente, «echará una mano» pero desde fuera «por sus obligaciones profesionales», indica.