Ante el San Roque, uno de los equipos que más goles hace y encaja en esta liga, el UP Viso reincide en su mejor virtud y en su mayor defecto.
Después de diez jornadas consumidas, el UP Viso ha igualado sin goles la mitad de sus encuentros. Por lo que sigue costando hacer gol y también a los contrarios que le hagan. Ante el CD San Roque, un ex Tercera que venía de perder ante Coria y Xerez pero sin varios de sus habituales en el once inicial, el equipo de Eusebio Navarro se ha mantenido fiel a su mejor virtud, pero también a su mayor defecto: no se ha encajado ante un rival potente en ataque, pero tampoco se ha sido capaz de superar a un oponente que venía encajando con frecuencia.
Empezó el bloque blanquiazul tomando la iniciativa en el juego y así fue durante el primer acto, sin que ello se tradujera en ocasiones claras de gol. Algún lanzamiento lejano de Lucena y pare de contar. En el rival, alguna acción a balón parado y nada más. Tras el descanso, sí hubo más movimientos en las áreas. La tuvo por partida doble Baraja para los visueños. También lo intentó Vega desde fuera del área. Pero las ideas se nublan cuando hay que crear. Todo lo contrario que cuando se defiende. Sólo en los minutos finales el rival metió algún susto, especialmente en un remate de Chupi y otro posterior de Raúl que casi encuentra la escuadra de Linares.
El triunfo y los goles en el San Sebastián no llegan, al igual que la esperada y deseada reacción, pues la gráfica de estas diez jornadas continua dejando un encefalograma plano. Cuarto puesto por la cola y 9 puntos, a dos de salir de la zona peligrosa. Siguiente parada, en Córdoba para medirse al Ciudad Jardín, penúltimo y en puestos de descenso al igual que los visueños.