Con una fea derrota ante la PD Rociera, el Mairena cierra una semana complicada, con la convivencia en el vestuario resquebrajada, lo que ha provocado la salida de dos jugadores.
Por muy pronto que parezca, el Mairena dice adiós a la temporada. El liderato queda lejos, el descenso, más todavía, por lo que se queda en zona de nadie con casi toda una segunda vuelta por delante. No es por culpa de la fea derrota que ha encajado este domingo en casa ante la Rociera (1-5).
Los males vienen desde un vestuario que hace tiempo que dejó de ser una familia y eso se ha acabado reflejando en los resultados en el tramo del curso menos oportuno para ello. El club tomó esta semana cartas en el asunto, cursando la baja de Leo y Bruno, pero el daño ya está provocado y ante el conjunto nazareno, el partido apenas tuvo historia.
Y eso que comenzó con algunos ataques de los albinegros, con Lucas como protagonista, pero a la media hora de encuentro ya ganaba por 0-3 la PD Rociera. Los de Ángel Domínguez, desangelados y sin convicción, tiraron al menos de orgullo tras el descanso. Pero el bloque nazareno siguió ahondando en la herida mairenera. Sólo al final, Paquito ‘Koski’ hizo el tanto del honor. Siguiente visita, Tomares.