Bendito dilema por el San Sebastián. En el UP Viso se debate entre disfrutar de lo que queda de temporada, porque la permanencia, que no es matemática, pero como si lo fuera, con 40 puntos ya en el bolsillo, o ser ambicioso e intentar hasta el final acabar en el cuarteto de cabeza, por si las carambolas posteriores permiten el ascenso a Tercera.
De puertas hacia fuera se mira con timidez hacia arriba. Hacia dentro, posiblemente, será distinto. Es entendible. Tampoco se pretende marcar una meta que no entraba en los planes para que al final el aficionado se lleve cierta desilusión si no se consiguiera acabar entre los cuatro primeros. Por eso, Javi Rojas, técnico del UP Viso, era contundente el pasado domingo después de que su equipo venciera a la Estrella. “Estoy contento porque hemos certificado la permanencia en un noventa por ciento. Ahora hay que darle vida a la gente para que todos se sientan importantes, que para mí lo son. Le daremos minutos a los jugadores que están teniendo menos oportunidades” y pide “disfrutar porque no vamos a ponernos un objetivo que nos hemos encontrado en el camino”, detalla.
Las cuentas para el ascenso son claras. Los dos primeros puestos, de pasaporte directo, son inalcanzables pero el Conil, tercero, está a diez puntos. Diferencia considerable pero queda pendiente el duelo entre ambos y además el Conil tiene que medirse a rivales como Coria y Xerez. El tercer clasificado subirá a Tercera siempre que el Ceuta del visueño Víctor González no consiga ascender a Segunda B.
Y de quedar cuarto, objetivo más al alcance, ya que iguala a puntos en esa plaza con Antoniano y Pozoblanco, habría que esperar a que quedara una vacante libre para que se produjera ese ascenso. Dicho de otra manera, que a final de curso subiesen más equipos del grupo X de Tercera a Segunda B de los que bajen de la categoría de bronce a Tercera.