Sanciones, cambio de entrenador y un virus, todo en una temporada

Lance del partido entre UP Viso y Aroche. Imagen: Carlos Carrión.

Con la circular de la Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) publicada este viernes, se da por terminada la temporada 2019-20 en División de Honor sin que haya descensos. Una medida que, en parte, beneficia a la UP Viso, destinada, de haberse jugado el tirón final, a luchar por no descender en una temporada, ciertamente, extraña por el San Sebastián.

El equipo blanquiazul pasó de quedarse a las puertas de subir a Tercera División a, meses más tarde, luchar por la permanencia cuando la intención era otra bien distinta. No obstante, llegó a firmar el mejor arranque en la categoría en puntos y goles a favor, con liderato incluido. Todo apuntaba a que el giro radical que tomó el proyecto, con Alfonso Lozano en el banquillo en detrimento de Javier Rojas, no iba a mover los férreos cimientos de un club acostumbrado en los últimos años al crecimiento continuo.

Pero poco a poco todo empezó a torcerse en un ejercicio marcado especialmente por las sanciones: hasta cinco puntos de sanción en un solo curso. Pese a ello, la UP Viso finaliza la temporada en undécima posición con 30 puntos tras haberse jugado 25 de los 34 encuentros. Los tres últimos con Dioni Arroyo en el banquillo y que se saldaron con dos derrotas a domicilio (Torreblanca y La Algaba) y un triunfo casero ante el Isla Cristina.

Un técnico que relevaba en el banquillo a Alfonso Lozano y que iniciaba una segunda etapa por el San Sebastián, aunque apenas ha tenido tiempo para hacer nada porque su llegada, prácticamente, coincidió con la irrupción del coronavirus. Eso sí, deberá encabezar el nuevo proyecto de la UP Viso para la 2020-21, con ilusiones renovadas pero con la ambición que acostumbra al club.