Una primera vez, siempre inolvidable, y un ascenso de categoría, siempre una gesta para la historia. Un cóctel explosivo que mantiene al Pablo VI es un permanente estado de felicidad desde que el pasado domingo se consumara el ascenso a Segunda Andaluza y por la puerta grande, como campeón de este grupo II de Tercera Andaluza.
Aunque faltan todavía cuatro jornadas, se avisa que el equipo va a competir hasta el final con la intención de ganar todos los partidos, lo que vendría a redondear una temporada ya con números espectaculares.
La pieza angular de este proyecto la representa José Carlos López, un técnico que ha sido capaz de convencer a “un grupo de amigos” que este sénior ha vuelto a poner en un mismo camino. El entrenador del Pablo VI se mostraba “muy feliz” e incapaz de “explicar con palabras” lo que sentía una vez el ascenso era una realidad.
“El trabajo ha sido duro durante todo el año”, apunta, y se queda con “haber hecho historia” al ser la primera vez de un sénior en el club. “El esfuerzo de la directiva ha sido ejemplar, ellos han sido artífices de todo esto también”.
Sobre el campo se ha visto durante toda la temporada un equipo compacto, con buen criterio de balón y que ha sido muy superior al resto. Es el que menos goles ha encajado (19 hasta el momento) y el que más hace, 49 goles, de los que 19 han llevado la firma de Samuel Sojo, otro de los nombres propios este ascenso.
El presidente Medina, emocionado tras el ascenso del equipo, no podía esconder la felicidad. “Hay muchas horas detrás de esto y hemos tenido la suerte de que el grupo es muy bueno y se ha comprometido con el club”. La valentía de poner en marcha un equipo sénior en tiempos de pandemia y en un club con tradición en el fútbol formativo da como premio esta recompensa. Este sénior del Pablo VI ha llegado para quedarse y aunque se avanzaba que “en dos o tres años daremos ruido”, este proyecto ya suena y con mucha fuerza.