Las palabras de Marco Antonio Maya, del club ultrafondo Los Alcores, resume lo que han vivido este fin de semana los participantes de la trail Sierra de Bandoleros, una prueba que ha sobrepasado lo épico.
Si a la ya de por sí exigente prueba de ultra trail Sierra de Bandoleros, con una prueba larga de 100 millas que se estrenaba para la ocasión, se le suma unas condiciones climatológicas adversas, con lluvia intensa durante todo el fin de semana, con granizada, viento, niebla y un insufrible barro que hizo que el recorrido tuviera algunos puntos especialmente peligrosos, pues entonces la montaña se acaba convirtiendo en todo un infierno para los corredores.
De hecho, de los 379 inscritos a la prueba larga, sólo 122 consiguieron alcanzar meta. Cerca, pues, de un 70 por ciento de abandono en la distancia de 166 kilómetros, y más de la mitad hicieron lo propio en la prueba de 86 kilómetros, porque de los 530 corredores, 245 fueron los que acabaron. Incluso ganadores de otras ediciones no pudieron soportar las condiciones adversas de una prueba que dejó algunas escenas dantescas, con caídas en algunos puntos de descenso por el barro acumulado.
De los inscritos del club ultrafondo Los Alcores, solamente acabaron la prueba Fran Gómez y Manuel Ramón León, además, entrando entre los diez primeros de la General. Pero el tiempo poco importó en esta edición, que pasará a la historia de la prueba por las condiciones adversas en las que se ha desenvuelto a causa del mal tiempo, con momentos de tensión y de mucho riesgo, como el que vivió Marco Antonio Maya, quien ha sido distinguido por la organización con la medalla al mérito por socorrer a un corredor que se encontraba desorientado y con síntomas de hipotermia.
Así lo relata en primera persona: “Hoy me he sentido deportista a 100%. Arriba del Simancon de noche (montaña que estaba nevada) José Carlos se encontró a un hombre sentado en una piedra nevada, con síntomas de hipotermia y desorientado, Juanma Caro (lo conozco de otras carreras), José Carlos, Carlos y yo decidimos sacar las mantas térmicas e intentar llamar a la organización y al 112 pero era imposible porque no había cobertura. José Carlos y Carlos se adelanta a Villaluenga para poner en conocimiento a la organización. Bueno pues desde lo alto del Simancon hasta Villaluenga hemos ido con el corredor de 48 años, hasta dejarlo en dicho avituallamiento. Con 5 capas y abrigado no he pasado tanto frío y miedo en mi vida deportiva. Qué peligro la bajada de Villaluenga con una persona desorientada, donde yo iba delante dándole la mano y Juanma iba detrás también cogiéndole y en todo momento haciéndole hablar; lloviendo a cántaro y yendo a un ritmo de pasito a pasito por el cual estábamos muerto de frío. Miguel Angel ( director de carrera) nos llamo cuando hubo cobertura para ver por donde íbamos y por si quería que mandara el rescate, pero ya nos quedaba poco para llegar. Nos ha dado la enhorabuena y como reconociendo la medalla. Palabras textuales ‘Para esto hay que valer'».